The Godfathers Vs Cinderella

Han pasado ya unos cuantos días, pero aún tenía pendiente realizar algunos comentarios sobre los dos conciertos a los que asistí la semana pasada. Así que vamos a ello, por orden cronológico:

The Godfathers - 08/06/11, Sala Charada (Madrid)

He de decir que me equivoqué bastante en cuanto a mis predicciones sobre el local: el sonido no fue del todo malo y, al contrario que la “Caravan”, en este caso la sala goza de buena visibilidad (es diáfana, sin columnas en medio, y con un buen escenario adecuadamente elevado). Eso sí, a escasos minutos para el inicio del show, la imagen era deplorable: poquísimo público y ambiente gélido. Menos mal que luego mejoró mucho la cosa (finalmente habría ¾ de entrada) y el aspecto cambió completamente.

La banda entró algo fría, pero enseguida consiguió calentarse, sobre todo gracias a la respuesta de la gente ante un set-list cargado de clásicos. La sección rítmica sonó contundente y la voz de Peter Coyne más rabiosa aún que en los discos. Por poner alguna pega, os diría que en algunos momentos (por ejemplo, “Cause I said so”) se echó de menos una segunda guitarra que llenase aquellos huecos que la canción requería. Pero en líneas generales, he de decir que fue un muy notable show.

Según indicó Coyne, el próximo mes de septiembre pondrán en la calle un nuevo disco de estudio (de momento, en el puesto de merchandising vendían un CD de adelanto), del cual pudimos oír tres temas esa noche ("Back into the future", "The outsider" y "I can't sleep tonight"). Sin duda me quedo con el tercero de ellos, de sonido ramoniano total y pegadizo estribillo.

Supongo que no tardaremos mucho en volver a tenerlos por nuestro país. Serán bienvenidos.

Cinderella - 09/06/11, Sala Riviera (Madrid)

Después de lo visto el año pasado, esperaba mucho de este concierto. Y aunque sé que hay opiniones contrapuestas, yo no voy a engañaros: esta vez no fue lo mismo. Para nada diría que se trató de un mal show (aceptable sonido, buen set-list, buena interpretación de los temas,…) e incluso me dio la sensación de que la voz de Tom Keifer estuvo bastante mejor, pero el listón estaba muy alto y en esta ocasión faltó el factor sorpresa, el calor, el feeling y la magia que sí existió el año pasado al tener delante por primera vez en la vida a una banda ya mítica en la historia del Hard-Rock.

Aun así, hubo momentos memorables (“Night songs”, “The more things change”, “Nobody's fool” o “Gypsy Road”), pero faltó ese plus que transforma un concierto simplemente bueno en uno histórico. Por cierto, según he leído en una entrevista reciente a Keifer, la banda no tiene ninguna intención de grabar un nuevo disco, por lo que él ha decidido no desaprovechar los temas nuevos que tiene compuestos y piensa editarlos en breve en un álbum en solitario. Veremos en qué queda la cosa…

Próxima estación: Azkena Rock Festival