miércoles, 31 de diciembre de 2014

Lo mejor de 2014 (II)


Si he de quedarme con una palabra sobre la que ha pivotado mi año en lo que a conciertos hace referencia, esa sería sin duda “Stones”. Al igual que en 2012 y 2013, con ellos he vivido mis momentos cumbre, y a ellos debo los mejores recuerdos de este 2014 que hoy termina.
Tan pronto supe que la gira europea de Mick, Keith, Ronnie y Charlie iba a tornarse en realidad, me propuse hacer triplete y Lisboa, Düsseldorf y Madrid fueron las elegidas. Por motivos laborales, la primera tuvo que caerse del lote, pero en las otras dos, me desquité con creces, con dos conciertazos que fueron, además, formas muy distintas de verlos: la de Düsseldorf, prácticamente en primera fila, con gran sonido y pudiendo apreciar cada detalle. Un lujo. Pero, a la vez, más fría y aséptica desde el punto de vista personal. La de Madrid, en peor sitio, con quizás peor sonido…pero rodeado de la mejor compañía (¡gracias!), que contribuyó a que la noche fuera directamente mágica. Dos citas, ambas, para enmarcar y recordar siempre.
Pero ¿hubo vida en 2014 más allá de los Stones? Por supuesto que la hubo, amigos. Aunque confieso que, este año, decidí ser más selectivo y primar calidad sobre cantidad. Ello me ha hecho reducir, quizás a la mitad, mi número de conciertos, respecto a años anteriores. Pero, aun así, si echo la vista atrás, me vienen a la mente sin esfuerzo otras ocho o diez noches memorables. Porque, no todos los días tiene uno la posibilidad de ver al gran John Fogerty tocando en el precioso paraje de Gredos, a Billy Idol marcándose un “sold out” en el Hammersmith londinense, a Motörhead (acompañados de una bandaza como The Bosshoss) jugando también en su casa del Wembley Arena, a los “nuevos” Gun o a Dave Gahan y sus Depeche Mode, ambos en Madrid, o a mis barbudos favoritos, ZZ TOP, esta vez en Colonia.
Y, si he de hablar de sorpresas este año, creo que lo tengo claro: para mí, la mayor vino de la mano de Sir Elton John. Quizás fuera por desconocimiento, o quizás por cierto menosprecio al momento actual del artista, pero he de reconocer que esperaba más bien poco de ese concierto y salí maravillado. Qué clase, qué voz, qué bandaza de acompañamiento y qué forma de tocar el piano. Está claro, una vez más, que quien tuvo retuvo.
Como también tuvo y retuvo Loquillo en este 2014, con su flamante y extensa gira de “El Creyente”. Hasta en cuatro fechas de la misma estuve presente: Granada, Madrid, Palencia y Valladolid, las dos últimas, con el del Clot acompañado de mis queridos Burning (no es extraño que tú estés loca por mí nena!). Pero, de quedarme con una, inevitablemente ha de ser con la de Granada, otro de los momentos cumbres del año, del que, afortunadamente, podemos disfrutar, una y otra vez, gracias a la brillante grabación del concierto.
Aunque, si ha habido una noche divertida y de desmadre (en todos los sentidos), esa ha sido la que nos brindaron en Valladolid, a mediados de abril, unos tíos venidos desde valencia y conocidos como Los Zigarros. Después de haberles visto en el Azkena el año pasado, sabía de lo que estos chicos eran capaces. O, al menos, creía saberlo, hasta que llegó esta noche…
En definitiva, otro año, uno más, en el que mi rumbo quedó marcado por momentos como los relatados. Momentos que ponen el listón muy alto para ser superados en lo venidero. Aunque ya estoy trabajando en ello...
Sí, lo sé. Es sólo Rock&Roll… But I like it!


2.- The Rolling Stones - Esprit Arena, Düsseldorf (19/06/14)
3.- John Fogerty - Hoyos del Espino, Avila (5/07/14)
5.- Billy Idol - Hammersmith Apollo, Londres (9/11/14)
6.- Elton John - Palacio de Deportes, Madrid (1/11/14)
7.- ZZ Top - Tanzbrunnen, Colonia (20/06/14) 
8.- Motörhead + The Damned + The Bosshoss - Wembley Arena, Londres (8/11/14)
9.- Gun - Sala Caracol, Madrid (13/11/14)
10.- Los Zigarros - Sala Porta Caeli, Valladolid (12/04/14)

sábado, 27 de diciembre de 2014

Lo mejor de 2014 (I)


Escribo poco. Lo sé, amigos. Y no por falta de ganas, pero sí de tiempo y, en ocasiones, de inspiración. Aun así, hay un momento en que no puedo dejar de hacerlo: cuando toca repasar y hacer balance al final de cada año.

En este 2014, por mi reproductor han desfilado discos notables, como las óperas primas de California Breed o The Preatures, el homenaje de Clapton a JJ Cale, el retorno de Prince junto a las 3RDEYEGIRL, el album de despedida de Johnny Winter o el de consolidación de Rival Sons, el debut de Chrissie Hynde en solitario, o lo nuevo de Lenny Kravitz, H.E.A.T., Mr.Big o el maestro Jerry Lee Lewis. Sin embargo, si tuviera que elaborar mi particular top ten, estos serían los elegidos:
 
1.- Wilko Johnson & Roger Daltrey – “Going Back Home”
 
 
Cuando oí que el gran y carismático Wilko Johnson, enfermo de carácter terminal, se disponía a grabar, junto a su amigo Roger Daltrey, un álbum que sirviera de epílogo a su brillante carrera, nunca pude imaginar que el resultado final sería de este calibre. Un disco redondo, vibrante, enérgico, facturado por dos maestros que ponen toda su alma y sabiduría en cada canción. Un disco basado en el cancionero de Wilko, tanto con Dr.Feelgood (“Sneakin' Suspicion”, “Going Back Home”), como en solitario (“Some Kind Of Hero”, “Ice On The Motorway”), al que añaden una estupenda versión del clásico de Dylan “Can You Please Crawl Out Your Window’”. Un disco que lleva acompañándome todo el año en los momentos en que necesito subir el ánimo. Un disco que, tan pronto lo escuchas, ya no puedes dejarlo de lado. Afortunadamente, además, de momento la historia de Wilko no ha finalizado aquí. Una casi milagrosa recuperación aun le mantiene entre nosotros y, quien sabe, si con la posibilidad de ofrecernos nuevas obras como ésta. Chapeau!
 
2.- Tom Petty and the Heartbreakers – “Hypnotic Eye”
 
 
Hay ciertos artistas con los que uno juega sobre seguro. Cada vez que el rubio de oro y sus Rompecorazones publican nuevo material, ya sabes a priori que el resultado va a dar la talla. Pero en este caso, además la da con creces, facturando un álbum de notable muy alto y delicioso de escuchar de principio a fin. Sin altibajos, rellenos ni artificios. Rock clásico americano, de elegante factura, grandes guitarras y grandes canciones. Desde el fantástico riff de “American Dream Plan B” que lo abre, hasta el hipnótico “Shadow People” que lo cierra, no encontraréis concesión alguna a la mediocridad ni al aburrimiento. Sólo música de la buena. De esa que, los elegidos como él, saben hacer y tocar.
 
3.- Jack White – “Lazaretto”
 
 
No era yo muy de Jack White, hasta que cayó en mis manos este disco y me atrapó desde la primera escucha. Clasicismo y originalidad se dan la mano a partes iguales para facturar una obra de raíces añejas, que descansan sobre el blues, pero que, a la vez, suenan novedosas y diferentes al resto. Porque, en mi opinión, si algo hay que destacar de este álbum, es precisamente la personalidad y el sello propio e inconfundible que White le pone a cada pasaje. Está claro que, a partir de ahora, no me va a quedar más remedio que mirar a este tipo con otros ojos.
 
4.- Loquillo – “El Creyente”
 
 
Un repertorio a la altura de pocos en este país. Una banda que le hace honor a ello. Un artista que es ya mucho más que una Rock’N’Roll Star. Y un público entregado que abarrotó el recinto granadino aquella noche. Esos son los ingredientes con los que el Loco pretendía (y logra) dejar testimonio sonoro del brillante momento en el que se encuentra, quizás el mejor de su carrera. Yo estuve allí para contarlo. Y doy fe de que sucedió de forma tan espectacular como suena en el álbum. Grande Loco.
 
5.- AC/DC – “Rock or Bust”
 
 
A estas alturas de película, está claro que ninguno esperamos de AC/DC un nuevo “Highway to Hell”, ni otro “Back in Black”. Pero sí un álbum digno, que rockee, divierta y te haga mover la pierna durante sus 40 minutos de metraje. Y este “Rock or Bust”, no sólo lo cumple con creces, sino que es bastante más que eso. Un gran disco, que no deja de crecer con cada escucha, inspirado y muy superior, en mi opinión, a su anterior “Black Ice”. Aun así, ¡qué demonios! Sólo por el hecho de que sirva de excusa para volverles a tener en la carretera el próximo año, ya deberíamos estar dando las gracias. Amigos, ya sabéis: In Rock We Trust…It's Rock or Bust!!!
 
6.- The Quireboys – “Black Eyed Sons”
 
 
Cuando uno pincha un disco de los Quireboys, ya sabe lo que se va a encontrar. Sin sorpresas ni concesiones a la galería: This is Rock N’ Roll. Y ésta no es la excepción. “Black Eyed Sons” continúa la senda de su “Beautiful Curse” de 2013 y nos pone encima de la mesa 10 deliciosos temas, puro Quireboys. Con joyas como “Lullaby of London Town”, “Julieanne” o “The Messenger” (momento cumbre) y, además, con un plus añadido: la preciosa y cuidada empaquetación del álbum, que incluye otro disco adicional con un concierto acústico y un dvd con un show completo grabado en Londres el pasado año. No sé a vosotros, pero a mí me tienen conquistado.
 
7.- Lucinda Williams – “Down Where the Spirit Meets the Bone”
 
 
20 temas, divididos en 2 discos, dan forma a esta obra magna y excitante como pocas ha habido este año. Deliciosos medios tiempos (“Cold Day In Hell”, “Wrong Number”) se alternan con canciones más rockeras (“Foolishness”, “Protection”, “Something Wicked This Way Comes”), todo ello siempre con dos puntos en común: la enorme clase y la preciosa voz de Lucinda. Y ¿sabéis qué? Aún tengo en mi debe no haber visto a esta mujer en directo. Quizás 2015 sea el año…
 
8.- Billy Idol – “Kings & Queens of the Underground”
 
 
Os confieso que el de Billy, era uno de los discos para mí más esperados de 2014. Nueve años después de su fabuloso “Devil's Playground”, esta nueva entrega mantiene el alto nivel de aquel. Si bien quizás con un punto menos de agresividad, pero con canciones muy inspiradas (“Postcards from the Past”, “Save Me Now” o “Can't Break Me Down”) y de largo recorrido en directo, como pude comprobar hace poco más de un mes en el Hammersmith londinense. Ah! Y por si alguien tiene alguna duda, os recuerdo que hay un tal Mr. Steve Stevens haciendo diabluras con su guitarra de principio a fin de este álbum…
 
9.- Tesla – “Simplicity”
 
 
Un nuevo disco de Tesla, siempre es una buena noticia, aun cuando su portada sea fea a rabiar. Pero esto último poco importa cuando pulsas el play y enseguida te das cuenta de que son ellos y, además, se encuentran en un nivel de inspiración superior al de sus últimas entregas. Catorce canciones (16 en la edición deluxe), entre los cuales hay algún punto irregular (“Time Bomb”, “Sympathy”), pero el resto compensa con creces. Magníficos momentos cañeros (“Rise and Fall”, “Break of Dawn”), preciosos medios tiempos (“So Divine...”, “Honestly”) y power ballads marca de la casa (“Burnout to Fade”, “Other Than Me”). Aquí hay de todo, amigos…Y casi todo de mucho nivel!
 
10.- Johnny Hallyday – “Rester Vivant”
 
 
Los que me conocen, saben de mi admiración hacia Johnny desde ya mucho tiempo. Creo que tiene enorme mérito que, a su edad, continúe girando casi de continuo (aunque siempre por territorio francófono) y ofreciendo material nuevo cada dos años, material que siempre mantiene un listón altísimo de calidad. En esta ocasión, bajo la batuta del reputado productor Don Was (quien trabajase con los Stones, los Black Crowes o Bob Dylan, entre otros muchos), no podía ser menos. Doce temas que destilan clase y que Johnny aprovecha para dar todo un clinic de cómo se debe cantar.
 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Wonder Days


The Quireboys, Little Angels, The Dogs D’amour, Gun, The Almighty, Skin, The Wildhearts, Thunder…

Todas ellas son bandas británicas. Todas tuvieron su eclosión cuando la década de los 90 comenzaba a aterrizar. Todas ellas tenían clase y talento suficiente como para haberse comido mucho más trozo de pastel del que finalmente se comieron. Y todas marcaron, en mayor o menor mediada, mis primeros años en el mundo de Rock. Años de los que guardo un maravilloso recuerdo musical, en parte gracias a estos nombres.

El Rock N’ Roll stoniano, canalla y perdedor de los Quireboys y los Dogs D’amour. El poderío de los Almighty. La elegancia musical de los Little Angels. Las melodías de Gun. La originalidad de los Wildhearts. El maravilloso primer disco de Skin. Y Thunder… ¿qué decir de los Thunder?

Si hay una banda de esa época que merecería estar en el diccionario junto a la definición de Classic Rock, deberían ser ellos. Unos tipos que, sólo por el hecho de tener en su haber dos obras primas como “Backstreet Symphony” y “Laughing On Judgement Day”, ya tienen reservado un puesto en el olimpo para los fans de esta maravillosa música. Pero que, a la vez, se quedaron en eso: en un grupo para minorías con paladar selecto.


Confieso que a finales de esa década los perdí la pista. Sé que sacaron algunos otros discos irregulares. Y que fueron, vinieron, se disolvieron y se arrejuntaron en diversas ocasiones. Pero no les hice demasiado caso, supongo que para no enturbiar el extraordinario regusto que me dejaron sus dos primeros álbumes.

Hace unos días supimos que tienen nuevo material de estudio. Se llama “Wonder Days” y  estará en las tiendas el próximo 16 de febrero. Quizás sea por su preciosa portada. Quizás por el fantástico tema de adelanto. Pero amigos, me da en el hocico que podemos estar ante uno de los grandes discos de 2015. Se admiten apuestas. Yo, de momento, ya tengo hecho mi pre-order de la Deluxe-Edition…

martes, 1 de julio de 2014

Mucho más que una noche especial


Mi romance con los Stones comenzó hace ya dos décadas. Poco a poco. Sin estridencias. Sin prisas. Paladeando sus discos, leyendo sus historias, aprendiendo a tocar sus canciones, poniendo banda sonora a mi vida, soñando con ir a alguno de sus conciertos.
Y lo hice. Vaya si lo hice. Más veces de las que nunca hubiera imaginado. Y, al mismo tiempo, demasiado pocas…Pero cada una de ellas, fue una noche especial que nunca escapará de mi memoria.
Aun así, hay un antes y un después del pasado 25 de junio. Madrid. En mi (segunda) casa. Con mi gente. Esa no fue una noche especial. Esa fue algo más. Directamente fue mágica.
Mágica por la emoción, las conversaciones y los preparativos de los días previos. Y porque verlos sigue siendo (también para mí) un regalo que no tiene precio. Mágica porque antes, durante y después del concierto tuve a mi lado una compañía inmejorable (GRACIAS). Y porque me encantaría repetirlo una y mil veces. Mágica por los nervios de esos minutos anteriores a que salieran a escena. Y porque el oír a Keith rascando el acorde inicial de “Jumpin’ Jack Flash” ya me hizo elevarme dos metros del suelo. Mágica porque “Tumbling Dice” me sacó las primeras lágrimas de la noche. Y porque no fueron las únicas, hubo muchas más. Mágica porque sonó “Angie”!!! Y sonó como los ángeles. Mágica porque “Like a Rolling Stone” me hizo gritar hasta desgañitarme. Y porque es imposible tener más carisma que el que tuvo Mick Jagger. Mágica porque un tema a priori menor como “Out of Control” atronó como si fuera un clásico. Y porque el riff de “Honky Tonk Women” nunca me sonó tan bien. Mágica porque Ronnie y Keith se marcaron un “You Got The Silver” antológico. Y porque nunca vi tocar a nadie la batería con tanta elegancia como la que tuvo Charlie. Mágica porque los 10 minutos de “Midnight Rambler”, con Mick Taylor a la guitarra, fueron absolutamente orgásmicos. Y porque volví a emocionarme (una vez más y van...) con Lisa Fischer y “Gimme Shelter”. Mágica porque ya sé que “You Can’t Always Get What You Want”…pero cada vez que la oigo, pienso que sí puedo. Mágica porque quise que “Satisfaction” no terminara nunca. Y porque, por momentos, creí que así sería. Mágica porque directamente hubo magia dentro y fuera del escenario. Y porque quizás fuera mi última vez…
Por todo ello estoy feliz…y a la vez jodido. Si este es el final del viaje, que nos quiten lo bailado, lo reído, lo llorado, lo disfrutado, lo sentido en esta noche que nunca olvidaré. No se me ocurre forma mejor de cerrar el círculo. Pero, a la vez, tampoco pierdo la esperanza de volver a tener otra oportunidad. Y si es así, no dudéis de que la aprovecharé.
He dejado pasar unos días antes de escribir estas líneas, buscando ganar algo de perspectiva. Aun así, quizás pueda parecer que estoy magnificando lo sucedido y que realmente no sea para tanto… Lo sé amigos, It’s only Rock&Roll... Pero es que el Rock&Roll no es música, es sentimiento. Y los sentimientos son realmente complicados de gobernar y dirigir.
Mick, Keith, Ronnie, Charlie: Gracias por haber posibilitado que este 25 de junio de 2014 fuera mucho más que una noche especial. Una noche directamente mágica.

viernes, 13 de junio de 2014

Could be the last time?



Hace días que estoy completamente en modo “STONES: ON”. Eso quiere decir que me cuesta pensar en otra cosa que no sea en la banda más grande del planeta. Me cuesta leer otra cosa que no sea las crónicas de sus últimos conciertos. Y me cuenta meter en mi reproductor de música un disco que no sea suyo.
No es una sensación para mi extraña, pero es algo que no puedo evitar. Siempre que se acerca la fecha de volver a verlos cara a cara, me ocurre lo mismo.
Hice lo posible por escaparme a su show de Lisboa del pasado 29 de mayo, pero asuntos de fuerza mayor me lo impidieron a última hora. Imaginaos la cara de tonto que se me quedó al día siguiente al ver el video de “Tumbling Dice” con Springsteen de artista invitado…
Si todo va según lo previsto, me desquitaré viajando el próximo jueves a Dusseldorf y volviéndolos a ver después en Madrid. Sé que me va a saber a poco y que me quedaré con ganas de más. Pero también sé que es una bonita forma de cerrar el círculo: en Madrid los vi por primera vez y en Madrid los veré ¿por última?

Well this could be the last time
This could be the last time
Maybe the last time
I don't know. Oh no. Oh no

martes, 25 de marzo de 2014

Stones on fire Madrid!


Se hizo de rogar, pero la confirmación ya está oficialmente encima de la mesa. Si Jagger quiere, él y los chicos estarán de nuevo en nuestro país el próximo 25 de junio. Se habló del Vicente Calderón, pero ¿por qué meter a 55.00 tíos allí cuando puedes meter a 80.000 en otro recinto mayor? Así que, la lógica imperante del dollar, hace que finalmente el lugar elegido haya sido el Estadio Santiago  Bernabéu. Y esa misma lógica es la que dice que, para cuadrar las cuentas del promotor (con unos 5 millones de cache de la banda y un 21% de IVA), los tickets vayan a tener precios que pueden no parecer aptos para todos los públicos (99€ la entrada de pista, hasta 225€ la de grada). Pero, ¡qué demonios! ¡Son los Stones y un show suyo vale eso y mucho más! 

Quedan tres meses para la cita madrileña y algo más de dos para el comienzo en Oslo, el 26 de mayo, de su gira europea y, ahora mismo, la duda que nos acecha a los fans no tiene nada que ver con si la banda estará en buena o mala forma, o sí merecerá o no la pena el concierto, porque sabemos que la respuesta a ambas preguntas es un SI rotundo. Lo único realmente preocupante es si Mick estará, para entonces, mentalmente en condiciones y en disposición de afrontar una gira tras la muerte de  L'Wren Scott. Quiero pensar que sí. Es más, estoy convencido de ello. Pero, aun así, no está de más que entre todos pongamos unas velas a nuestros santos favoritos. La ocasión lo merece.

martes, 25 de febrero de 2014

Loquillo – Palacio de Deportes (Granada), 22/02/2014: mi crónica del concierto


¿Qué tienen en común Johnny Cash, Pepe Risi, Johnny Hallyday, Gabriel Sopeña, Joe Strummer y Luis Alberto de Cuenca? Pues, a parte de ser auténticos genios, cada uno en lo suyo, todos son referentes anímicos y musicales de Loquillo, y todos ellos estuvieron presentes, de alguna forma, el pasado sábado en su show de Granada.

El Loco se encuentra en un momento muy brillante. Quizás el más álgido de su ya larga carrera. Siempre ha poseído la difícil facultad de saber rodearse de los mejores y, aun así, posiblemente nunca ha estado tan bien rodeado. Tiene grandes compositores a su servicio. Tiene con él una banda que funciona a las mil maravillas, plena de pegada y de actitud, con la que se le nota a gusto. Y, desde que cerró la etapa con Trogloditas, tiene dos magníficos discos en su haber (“Balmoral” y “La nave de los locos”, con  “Su nombre era el de todas las mujeres” en medio) sobre los que poder configurar con solvencia un setlist potente y que pueda mirar de tú a tú a sus temas clásicos.
Porque, esa fue precisamente una de las cosas más reseñables de la velada del sábado: el del Clot salió victorioso sin apenas tener que apoyarse en sus antiguos himnos. Baste señalar como detalle que sólo 7 de las 27 canciones que sonaron en Granada, repiten respecto a “Hermanos de sangre”, su anterior directo en grabado Bilbao, a pesar de haber transcurrido entre ambos momentos únicamente ocho años. Y eso, amigos, no es tarea fácil.
Con los 7.000 tickets agotados, ambiente de las grandes ocasiones y casi media hora de retraso sobre lo previsto, saltó la banda a escena con dos temas, precisamente, de la era Balmoral: “El creyente” (grata sorpresa) y un “Línea clara” que sonó arrollador y sentó las normas de juego (“Tuve muchos nombres, me vieron con otra cara, pero siempre fui yo, marcando una línea clara”).
La primera concesión a su último álbum vino con el tema que da nombre a la gira y uno de mis favoritos del disco (“De vez en cuando y para siempre”). Y tras brindar con “cava de su tierra” y agradecer a la ciudad andaluza su recibimiento, la banda decidió recuperar “Sol”, canción que llevaba algunos años sin verles hacer en directo y que sonó estupenda. “Planeta Rock”, la épica “Memorias de jóvenes airados” y “La nave de los locos” completaron el primer tramo del concierto. Siete canciones habían sonado ya y ninguna de ellas era de discos anteriores a 2008. Ver para creer.

Tras la dedicatoria a uno de sus compositores de cabecera (Gabriel Sopeña), la banda atacó el primero de sus temas antiguos. Y el elegido no fue un clásico, precisamente, sino una joya (“Malo”), incluida en uno de mis discos favoritos (“Cuero Español”) y que hacía muchísimo tiempo que no tocaban en directo. Sonó deliciosa.
Después de que el Loco confesara que nunca olvidará la sesión de grabación en París con Johnny Hallyday, estaba claro que le tocaba el turno a “Cruzando el Paraíso” y con él, uno de los momentos álgidos del concierto. Sólo faltó que el propio Johnny hubiera estado presente en la velada…

Otra sorpresa, “El año que mataron a Salvador”, dio pie a “Political Incorrectness” y, con ella, la confesión de Loquillo sobre uno de los motivos de su amistad con Luis Alberto de Cuenca (“a pesar de venir de sitios distintos, a los dos nos gusta decir cosas políticamente incorrectas”).
El espíritu de Johnny Cash desembarcó en Granada con el ya clásico “El hombre de negro”. Y así, en el tema número trece, por fin llegó el primero de los llamados viejos clásicos: “El rompeolas”. Sin él, el show no hubiera sido lo mismo.
¿Os he dicho que “Cuero Español” es uno de mis discos favoritos del Loco? Y, si lo es, se debe a maravillas como “Cuando fuimos los mejores” que, está noche, sonó realmente a gloria.
Tengo que confesar que la inclusión en el repertorio de la siguiente canción (“Cuando vivías en la Castellana”) me descolocó bastante. Pero mientras me preguntaba a mi mismo por el motivo (porque todo tiene un motivo…), oí el maravilloso sonido de un saxo comandado por un invitado especial (el gran Dani Nel-lo), que transformó en delicioso el hasta entonces insulso tema.

Fue entonces cuando sonó el segundo de los viejos clásicos: “Carne para Linda”, canción que en el lejano 1989 abrió el demoledor disco “A por ellos que son pocos…” y que el Loco ha decidido recuperar para esta gira. Con la ayuda del saxo de Dani Nel-lo, sonó especialmente potente.
Y con ello, llegamos a la recta final del show, en la que la banda puso más carne al asador, en forma de “Feo, Fuerte y Formal”, el último single “Contento”, un apoteósico “La mataré” (momentazo!!!) y “El ritmo del garaje”.

Se apagan las luces y la banda abandona el escenario. Los fans piden más y la banda decide complacerlos. ¿Alguien tenía dudas de que esto iba a suceder?
Otro guiño a Johnny Hallyday (“Rock And Roll Actitud”) y la fantástica “El mundo necesita hombres objeto” ("Afile sus dientes, póngase a contar a diez. Hay luna llena y hombres lobo como usted"), dan paso a otro de los momentos esperados de la noche: la aparición en escena de Ariel Roth y Leiva. El Loco se deshace en elogios ante ellos y juntos interpretan “Rock de Europa”, “Rock N’ Roll Star” y “Qué hace una chica como tú en un sitio como este” (por supuesto, con dedicatoria al añorado Pepe Risi). A mitad de tema, la guitarra de Ariel deja de sonar (estas cosas siempre pasan en el peor momento...). Igor Paskual se da cuenta y le cede la suya. Ariel le devuelve el favor marcándose un extraordinario solo. Está claro que quien tuvo retuvo…aun con la guitarra de otro!
La gala va llegando a su fin, pero aun queda el momento mágico de la noche. El Loco comenta que no podían irse de Granada sin tributar homenaje a Joe Strummer y la banda se lanza con…”Spanish Bombs”!!!!!!!!!!!!!!! Han castellanizado la letra, pero mantienen intacto el estribillo original de los viejos Clash: “Spanish bombs, yo te quiero infinito, yo te quiero oh mi corazón”. Me fijo en Igor y le veo dándolo todo. Sospecho que quizás ha sido él el instigador de la idea. Menudo acierto!!!

Aun queda una bala en la recámara y nadie tiene dudas de cuál es. Es lícito basar tu concierto en temas relativamente nuevos, pero si tu repertorio cuenta con un himno generacional como “Cadillac Solitario”, no puedes irte a casa sin tocarlo. El Loco lo sabe y ataca el tema con fiereza y gran pasión. La brillante interpretación pone el colofón a una gran noche.
La banda saluda, se retira y nosotros nos vamos con una enorme sonrisa mientras suena el “Heroes” de Bowie. Hasta en eso lo clavan…Grande Loco!!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Real Time Web Analytics